¿Qué ocurre cuando una persona es exiliada del país por el conflicto armado?

El programa de este domingo en Encuentros BLU estuvo enfocado a los exiliados, a propósito del Día mundial de los refugiados que se celebró este sábado. Para tratar este tema, estuvo en la mesa Juan Carlos Villamizar, un colombiano que desde hace más de 13 años vivió fuera del país como exiliado por el conflicto armado; una integrante de la Unidad de Víctimas y un funcionario de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados.

Zuly Laverde, del equipo de connacionales víctimas en el exterior de la Unidad para las Víctimas, señaló que desde el año 2012 en Colombia existe esta unidad que reconoce a los refugiados por el mundo de nacionalidad colombiana. Comentó que “es la primera vez que el Estado colombiano reconoce que las víctimas no solo están en Colombia”.

En la ley 1448 se reconocen unos hechos por los cuales las personas sufrieron diferentes victimizaciones en el marco del conflicto colombiano y reconoce que no necesariamente las personas están en el territorio nacional, por lo cual la Unidad para las Víctimas inició un trabajo de visibilización, reparación y atención.

Acerca de lo que significa para una persona ser exiliado de su país de origen, Juan Carlos Villamizar manifestó que salir involuntariamente es perder parte de su identidad, pues aunque sea recibido en otro país, se vive como “un fantasma en la clandestinidad”.

“No creo que haya una sola persona que haya tenido que salir de su país involuntariamente que la pase bien. Independientemente de que la hayan recibido protección internacional, te arrancan literalmente una parte de tu identidad. En cualquier parte del territorio colombiano sabes que hay un registro donde aparece un documento en el que está tu nombre. Cuando sales pierdes la ciudadanía del país de origen, y tampoco te reconocen la ciudadanía del país al que llegas, entonces quedas como un fantasma, en un nivel de clandestinidad”, expresó.

Por su parte, Martín, de Acnur, explicó que su función es brindarles apoyo a las personas que “están huyendo por su vida” y garantizar que tengan los papeles en regla para rehacer su vida en otro país.

“Nuestra función es ayudar a las personas que están en su país huyendo por su vida sin nada para que tengan primero acceso a asistencia, pero después a la protección, que no sean devueltos a su país de nacionalidad, que tengan acceso a documentación, una casa, que no sean sancionados por su entrada irregular”, dijo.

Indicó además que la mayoría de exiliados desean regresar a su país de origen pero si la ONU no ve que haya garantías para que esa persona viva allí, media para que el país que lo recibió le dé la nacionalidad y le brinde las mejores condiciones para quedarse.

Los países que más exiliados acogen son Turquía, Pakistán y Líbano, a donde llegan en mayor parte menores de edad. El 87 por ciento de los refugiados son acogidos por países en desarrollo.