Varias de estas muñecas y muñecos que al parecer fueron poseídos por espíritus malignos hacen parte de leyendas urbanas.
Algunos de ellos parecen inofensivos como ‘Elmo cosquillas’, que en 2008 puso en pánico a una familia. Según ellos, el muñeco solo tenía grabada la frase “matar”. La compañía se ofreció a cambiar el muñeco pero no se sabe si tomaron la oferta.
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Otro conocido caso es el de la muñeca Mandy, que fue donada al Museo Quesnel. Según testigos, ella llora, daña a otras muñecas y molesta a quienes se atreven a grabarla.
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Y no podemos dejar a un lado a Okiku, que trató de ser quemada por su dueña y ahora le sigue creciendo el pelo.
Otras de las muñecas son: la muñeca de Patty Reed, la Barbie de Pulau Ubin y Pupa; se dice que está última muñeca alguna vez le habló a su dueña.
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