mantenía relaciones sexuales con jugadores de la primera plantilla del equipo de Fulham. (Lea también: Porque “no entiende el juego”, Mourinho vetó a la ‘bomba sexy’ del Chelsea)
Según explica Rupert Patterson-Ward, Carneiro “es clasista, ambiciosa y no tiene escrúpulos” y le hacía sentir como un inútil “por ganar menos de 45.000 euros al año”.
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Apuntan las polémicas declaraciones que la mujer sería una ninfómana y “se enorgullecía de ser popular entre los futbolistas”, pues “le encanta ser el centro de atención”.