El cuento de que el fallo se acepta pero no se aplica no existe: líder raizal

Corine Duffin, una de las líderes raizales de San Andrés, denunció que luego de tres años del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el Gobierno colombiano no le ha cumplido a la isla con las promesas que lanzó luego que le otorgaran a Nicaragua cerca de 75 mil kilómetros de mar.

“Ha pasado todo lo contrario, nos sentimos menos incluidos en el Estado colombiano, el pueblo raizal estaría mucho mejor, pero las inversiones que uno oye son solo en papeles, el estado nunca se ha acercado al pueblo para conversar sobre sus prioridades”, denunció Duffin. (Vea también:  Las críticas de Colombia a los alegatos de Nicaragua ante la Haya).
 
La líder aseguró que le han pedido al Gobierno una reunión pero que nunca se ha podido acordar un encuentro para que se conozca de primera mano los problemas de la comunidad de la isla.
 
“La mayoría de los pescadores se sientan a ver sus lanchas porque ya no pueden salir a sus faenas, no tenemos como sostener nuestra gastronomía raizal; llevamos tres años pidiéndole al Gobierno que se siente con nosotros, nadie le pregunta al raizal qué es lo que necesita, cómo puede solucionar su situación”, agregó.
 
“Ya no se puede pescar donde se hacía antes, ese cuento de  que se acepta el fallo pero no se aplica no existe (…) a los muchachos los corretean, muchas veces no alcanzan a pescar, no llegan y se tienen que devolver, le quitan sus implementos, señaló Corine Duffin.
 
Por su parte, Carlos Gustavo Arrieta, agente internacional de Colombia ante la Corte, señaló que confía en que este tribunal falle en derecho y le dé la razón a Colombia.
 
“La Corte no tiene jurisdicción sobre estos temas, así lo planteó Colombia y estamos pendientes que hacia mediados del año entrante defina si tiene o no competencia, consideramos que si decide en derecho debería darle razón a Colombia y entender que no tiene jurisdicción para conocer estos casos”.
 
Arrieta explicó que Nicaragua interpuso dos nuevas demandas, una por incumplimiento del fallo y otra reclamando plataforma continental, y confesó que considera que los argumentos que Colombia presentó en las diferentes audiencias son bastante sólidos y las probabilidades de que se falle en contra de los intereses del país son muy pocas.