“Ellas como que recuperan esa felicidad, recuperan esa autoestima, esa felicidad, pueden al menos volverse a ver al espejo con mucha alegría y seguridad, he atendido pacientes desde los 20 años hasta los 70 años”, contó el tatuador.
Gracias a su labor, unas 170 mujeres en Colombia, México y Panamá se han beneficiado con el tatuaje en el seno que perdieron en una cirugía que les salvó la vida.
Actualizado: abril 29, 2016 10:48 AM