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A los 9 años descubrí que no me llamaba ‘Bájese de ahí’: José Ordóñez

En Mesa Blu el humorista José Ordóñez se refirió a sus inicios en la comedia, cómo dio a conocer su talento y detalles de cómo llegó hasta el estrellato siendo un vendedor ambulante.

25632_José Ordóñez / Foto: Blu Radio
José Ordóñez / Foto: Blu Radio
José Ordóñez / Foto: Blu Radio

Cuenta José que descubrió su don para hacer reír en el colegio, afuera del salón cada vez que lo sacaban de clases. Imitaba a todos los profesores, les ponía apodos y era el jefe del grupo de atrás que molestaba a todos; así era Ordóñez de niño.

 

Más tarde, cuando cumplió 9 años, descubrió que no se llamaba ‘bájese de ahí’, pues “en todo lado me subía, contaba historias; creía que me llamaba así”.

 

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Durante esa etapa, cada año en la ‘semana cultural’, Ordóñez se destacaba en concursos de canto, poesía, teatro, etc. “Todo lo que tuviera que ver con capacidades artísticas, histriónicas (…) Lo que me salvó fue tener al rector en el bolsillo”.

 

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“Reconozco que fui difícil, un niño criado en medio de pobreza. Hijo de un latonero y una vendedora ambulante, con un sistema muy duro de crianza, porque para nosotros los niños diferentes hubo muchos golpes, maltrato, y marcado con el cable de la plancha”.

 

Cuenta que estos hechos marcaron su infancia y lo llevaron a abandonar sus estudios, “hice hasta tercero de bachillerato, fui vendedor ambulante. Vendía gelatinas de pata en el Colsubsidio de la 24 con 64 que las hacía yo. Me acuerdo que salía a vender y escuchaba en radio ‘Las aventuras de Montecristo’ (…) me tomaba esa hora para mí y soñaba que yo era ese comediante”.

 

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Ordóñez también se desempeñó como remontador de zapatos e hizo diferentes tareas para rebuscarse la vida, producto de que a sus 16 años sus padres se separaron y prácticamente lo abandonaron en una habitación en Bogotá.

 

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Un día, cuando visitó a su padre, le propuso que se presentara a Sábados Felices y lo que ganara se lo repartiera con él. “Fui la primera vez y reconozco que merecía el primer lugar, me dieron el segundo. Volví a los tres meses, merecía el primer lugar me dieron el segundo, y así dos veces más. Para clasificar por el automóvil tenía que haber ganado mínimo un programa, pero no lo gané”.

 

Cuenta que su padre tenía un talento para la comedia que heredó y con el que se dio cuenta que “la gente que cuenta chistes llama la atención. Era una manera para darme cuenta que yo era especial”.

 

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Escuche en este audio detalles de la vida de José Ordóñez, cómo llegó al mundo de la radio y la manera como asumió la fama, una vez alcanzó el estrellato gracias a sus chistes.

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