Urge explicación sobre despilfarro en yates y hasta prostitutas en Reficar

Este operativo judicial que había sido anticipado por Blu Radio, forma parte del trabajo conjunto de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía con la Contraloría General de la República, para que, a pesar de la tardanza, al final del día la luz de la justicia brille y se sepa quiénes están detrás del que podría ser el más grande desfalco en la historia de Colombia (Lea también: Allanamiento a sede administrativa de Reficar en Bogotá).

La Fiscalía pretende asegurar elementos que no han querido ser entregados a la Contraloría por parte de Reficar y la firma subcontratista estadounidense CB&I, como correos electrónicos, comunicaciones internas, libros contables y otros elementos que serán fundamentales para determinar qué tan profunda fue la posible corrupción en la repotenciación de la refinería.

Y es que es tan delicado el momento que se presenta por cuenta de la disputa entre Reficar y CB&I que esta semana se reunirá la junta directiva de la firma estadounidense, para analizar las medidas que adoptarán frente al que podría ser uno de sus principales descalabros.

Es tan indignante lo que ocurrió en sobrecostos, adiciones de contratos, dinero derrochado a manos llenas en transporte, logística y hasta licores y entretenimiento para adultos, que hoy es aún más grave que el Estado colombiano tenga una deuda con CB&I por más de 100 millones de dólares (Lea también: Buscan acuerdo de capitalización con CBI, vinculada con sobrecostos en Reficar).

Y mientras la Fiscalía mueve a sus investigadores, la Contraloría no se queda atrás y de hecho fue la que abrió el camino para hallar las raíces del escándalo Reficar, ahora trabajando 24 horas con 8 auditores fijos, 3 de coordinación y 12 abogados dedicados a traducir los rocambolescos contratos y sus absurdas adiciones que durante años nos cobraron a los colombianos ante la mirada impávida de las autoridades.

Hoy el país necesita explicaciones, y por eso será interesante escuchar en minutos a los ministros de Minas, de Hacienda y al presidente de Ecopetrol y de Reficar, contando lo que hará el Gobierno ante esta gran mancha de desgreño y posible corrupción que ensucia a los dos últimos mandatos, el de Álvaro Uribe y el de Juan Manuel Santos, en tiempos en los que la crisis internacional nos llevará a una nueva reforma tributaria con más impuestos a los colombianos.

También urge una explicación más allá de un escueto comunicado por parte de los exfuncionarios del Gobierno Uribe sobre el descalabro que significa Reficar y sobre todo, que alguien averigüe por qué los entes de control de la época se hicieron los de la vista gorda ante semejante despropósito: ¿qué hicieron contralores, procuradores y fiscales ante este escándalo? (Lea también: Firma involucrada en escándalo Reficar había pedido su liquidación hace un año).

Sin embargo, todo esto no puede hacernos perder de vista que hoy la Refinería de Cartagena, con sus líos, es una de las más modernas de América y significará un gran salto de calidad en la industria y en general para la economía colombiana.