En primera instancia, Hernández expresó que previamente se pretendía que el libro no fuera leído, pero era muy común conocer el libro de Hitler (Lea también: "Mi lucha" de Hitler vuelve a las librerías alemanas, tras setenta años).
En segundo lugar, el experto aseguró que el líder del tercer Reich no escribió el libro, sino que se lo dictó a alguien más. Además, añade que ni Hitler ni quien escribió el libro “eran personas con un nivel cultural alto”.
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La publicación tenía antecedentes y tal vez referentes claros; sobre todo destaca el libro de Los Protocolos de Sion, divulgado en la Rusia Zarista y patrocinada por el magnate de los automóviles Henry Ford.
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En países como Brasil, la puesta en marcha del libro se ha reversado y se prohibió su distribución. Ante esto, el director del departamento de Historia de la Universidad Sergio Arboleda dijo que “prohibirlo es ponerle vallas al campo” y que aunque se prohíba, “circula de mano en mano. Ese es un libro que ni se esconde”, indicó (Lea también: El infierno del holocausto: el relato de un sobreviviente a la locura nazi).
Finalmente, el historiador concluye que Mi Lucha “es un libro bastante básico y no tiene concatenación, nada más que lo único que une esa cantidad de aportes pseudo filosóficos que no llega a tal es el odio a los judíos y el anhelo de Alemania de buscar un territorio hacia el este”, por ese motivo, él lo recomendaría exclusivamente a personas que sientan afinidad por el nazismo, puesto que, debido a la calidad del libro, se desenamorarían de ese imaginario.