Es una analogía de cómo algunos jugadores tratan a los clubes: Pte. del Itagüí

de fútbol como “prostitutas” en la última asamblea de la Dimayor.

En contra, Salazar consideró muy “grave que una asamblea de la Dimayor se filtre” y se hagan públicos temas que “solo son resorte” de una reunión privada de los 36 directivos del fútbol colombiano.

Con esa expresión, “me solidaricé con Eduardo Pimentel porque infortunadamente lo que se viene presentando es una situación difícil para los clubes profesionales”, donde los jugadores son negociados por fuera de la mesa.

“Hoy estamos completamente desprotegidos, si no logramos vender los derechos de los jugadores en tres años la inversión en el jugador se nos va”.

Los directivos “somos personas que salimos a buscar cada 15 días los recursos para cumplirle a los jugadores”, eso es nuestro respeto para ellos, dijo.

Salazar se refirió al caso del técnico Hernán Torres que le aseguró que trabajando para el Itagüí fue negociado por el gerente de Millonarios, Eduardo Silva.

Sobre el término “prostitutas” dijo que “ha sido mal contextualizado porque los jugadores de fútbol merecen todo el respeto”, por eso se les cumple con todas las obligaciones de la ley. Sin embargo, hay “personas que obran con malicia y doblez” y por ellos “no debo arrepentirme, pero si a alguien he herido por cuenta de esta declaración ofrezco mis disculpas”.

También recordó que la semana anterior tuvo inconvenientes con un arquero al que contrató de palabra, viajó a Medellín a la negociación y luego, un par de días después, se fue con otro equipo por más dinero.

Para finalizar, el directivo enfatizó en que su club “respetará los contratos” de la gente del fútbol que pertenezca a otras instituciones y no los negociará, tal como está pasando con Jhonny Ramírez.