estado de salud a un taxista luego de estar bajo los efectos del licor, luego que no aceptara los cargos que el ente acusador le imputó por homicidio doloso y lesiones personales.
Se dio a conocer que el estudiante era consciente de las implicaciones que tendría el conducir ebrio por lo que había pedido el servicio de conductor elegido, al que no espero y emprendió rumbo en su camioneta.
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Además, se comunicó que Salamanca tenía 220 miligramos de alcohol etílico en su cuerpo al momento del accidente e iba a 140 kilómetros por hora.
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Por último, la Fiscalía señaló que no hay ninguna diferencia entre una persona que acciona un arma de fuego y otra que conduce en estado de embriaguez.
Por su parte, la defensa del joven universitario pidió que trasladen a su cliente a un centro de mediana seguridad como el Centro Casa al Conductor, ya que es un “hombre de bien, de familia distinguida y responsable”, que solo estaba celebrando el aniversario de su empresa con amigos.
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También comunicó que Salamanca estaría dispuesto a entregar su licencia de conducción y el pasaporte para no salir del país.