de cada persona.
“Un dragón es una metáfora de los satanismos personales que cada uno de nosotros incorpora a su manera de hacer y de pensar, y que derivan de la educación, de las circunstancias”, afirmó.
Publicidad
Hay que reconocer y aceptar el miedo que estamos viviendo para poder superarlo. “No se va a poder domar un dragón si no se acepta y se explora”, señaló el especialista.
Publicidad
González fue reiterativo en decir que “el mayor obstáculo somos nosotros mismos”, también fue enfático en decir que la aceptación empieza por el reconocimiento personal para no volver a actuar de tal manera.
“Hay que aventurarse en el interior de cada uno”, finalizó.
Publicidad