En Sevilla, Valle, un cura se negó a oficiar el entierro de un hombre que fue asesinado durante un asalto hace cinco días.
La familia de José Hernán Bedoya, dice que no tienen recursos para la ceremonia y que con la funeraria pudieron conseguir un ataúd; mientras, el cura párroco del municipio, Luis Guillermo Parra, aseguró que los gastos de entierro son muy caros para su iglesia.
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“Del cementerio tenemos que pagar impuestos y es el Estado el que paga por los difuntos”, señaló el padre.