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Vicepresidente propone extender jornada electoral a 12 horas

El vicepresidente Angelino Garzón  se refirió en Blu Radio a su propuesta de extender de 8 a 12 horas la jornada electoral en el país “porque no...

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podemos seguir viendo gente a la cual no le alcanza el tiempo para votar.

 

“Colombia es un país diferente al que teníamos hace 20 años. Hace 20 años nosotros votábamos de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. y 20 años después lo seguimos haciendo así sin tener en cuenta que la población creció considerablemente”, dijo el funcionario.

 

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Aclaró que esta es una decisión que le corresponde tomar al registrador nacional y  llamó la atención por el abstencionismo que se vivió en las pasadas elecciones, del cual dijo que se trata de “un mensaje de inconformidad que lanza la sociedad colombiana que debe ser analizada por el Estado, los partidos políticos y los empresarios. Falta más diálogo social, la gente está cansada de vivir en la miseria”.

 

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Estos temas los trató el vicepresidente a través de una carta abierta que tituló: “El Estado Colombiano tiene el deber de garantizar el derecho al voto y las personas de ejercerlo de manera libre y soberana”

 

Este es el texto de la carta:

 

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Frente a lo que pasó en las elecciones del 9 de marzo con la alta abstención, los votos anulados y el voto en blanco es bueno recordar que en Colombia, de acuerdo a la Constitución Nacional, el Estado tiene el deber de garantizar el derecho al voto y las personas de ejercerlo libre y soberanamente por las diversas opciones electorales incluida la del voto en blanco, que es un derecho que está contemplado en la Constitución Política del país.

 

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En una relación de derechos y deberes el Estado tiene la obligación de invitar a la población a votar, a garantizarle a las personas que lo hagan en tranquilidad y en paz, a rechazar la práctica de la compra y venta de votos y cualquier tipo de fraude electoral.

 

Pienso que es bueno diferenciar la abstención, del voto en blanco. Así como lo manifestó el delegado de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que asistió como veedor en las pasadas elecciones, se deben promover diversos mecanismos pedagógicos en favor del voto y garantizar que las personas vayan a votar, lo ejerzan conscientemente y no de manera direccionada. Personalmente sueño con un país donde un candidato o candidata manifieste públicamente: “si no quieren votar por mí invito a la población a votar por los otros candidatos o candidatas, o en blanco, pero que las personas sencillamente voten”.

 

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Considero que lo que sucedió el 9 de marzo en Colombia no se puede quedar solamente en el importante hecho de haber tenido unas elecciones en paz y en tranquilidad, porque ese es un deber del Estado y así debe ser siempre en una democracia. Lo importante es que el Gobierno, los partidos políticos y el nuevo Congreso recojan el mensaje de inconformidad dado por la alta abstención, los votos anulados y el voto en blanco.

 

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En la pedagogía de facilitarle a las personas el derecho de votar libre y soberanamente, sería importante que la Registraduría del Estado Civil consultara con los organismos estatales respectivos si las elecciones del próximo 25 de mayo se pueden realizar desde las 6 a.m. hasta las 6 p.m., que los empresarios faciliten los permisos personales respectivos para que los trabajadores y trabajadoras vayan a ejercer su derecho al voto y que, en un gran compromiso por la democracia, dejemos que las personas voten de manera consciente y sin ser presionados a direccionar su voto.

 

En ese mismo sentido, el Estado también tiene el deber de combatir la compra o  venta de votos, el fraude electoral o cualquier otro delito que atente contra el deber y derecho al voto. Para el futuro democrático de Colombia es preocupante las denuncias de algunas personas sobre los riesgos de los delitos electorales, porque ningún país del mundo está blindado frente a la violencia, la corrupción o el fraude electoral.

 

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Lo importante es reafirmar el mensaje desde el Gobierno nacional, regional y local  de cero tolerancia con dichas prácticas que violentan la democracia, la convivencia ciudadana, la propia imagen de los partidos políticos, la perspectiva de paz y la política integral de respeto de los derechos humanos.

 

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Finalmente, soy consciente que en todo proceso electoral el Estado no es el único que tiene deberes, también los tienen las personas que pueden y deben ejercer su derecho democrático al voto. En Colombia el bajo número de votantes no puede seguir decidiendo el futuro del país.

 

Fraternalmente,

Angelino Garzón

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Vicepresidente de la República

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