de esto vino una pelota en la que quiso jugar Óscar Murillo y se equivocó.
Estaba ya vencida la defensa de Atlético Nacional y Hernán Barcos sacó potencia, superioridad y velocidad.
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Estaba ya vencida la defensa de Atlético Nacional y Hernán Barcos sacó potencia, superioridad y velocidad.
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