Obama y presidentes centroamericanos se reúnen frente a crisis de inmigración

que se está dando en estos países por la inmigración ilegal de menores.

Se trata del primer encuentro de los líderes Otto Pérez, Juan Orlando Hernández y Salvador Sánchez Cerén, desde que la llegada de niños ilegales, se hizo pública.

Se habló, entre otras cosas, de la responsabilidad compartida que tienen los mandatarios de atender este problema.

Obama explicó, por su parte, que Estados Unidos tiene un número determinado de refugiados que puede recibir al año.

Desde octubre más de 57 mil niños han cruzado la frontera estadounidense con México, sin compañía de adultos. Del total, unos 43 mil menores provienen de El Salvador, Honduras y Guatemala, huyendo de las pandillas, la pobreza o buscando reunirse con sus familiares en Estados Unidos, muchos de ellos también indocumentados.

El presidente guatemalteco se mostró optimista con la reunión.

“Nosotros creemos en el esfuerzo que hace el presidente Obama, solicitando más recursos al Congreso. Entiendo que el Congreso si los va a aprobar para lograr mejorar estas condiciones que no son las que se merece cualquier persona humana”, afirmo el presidente Pérez.

Los centroamericanos, además, solicitaron a Obama un plan de ayuda para mejorar la seguridad, con el fin de combatir el narcotráfico y las pandillas, que muchos consideran empujan a las familiar y a los niños a emigrar.