La mayoría de personas están predispuestas a culpar a los demás de los males que afectan las diferentes vías y esto los lleva a ser intolerantes.
Gente pitando con su auto a lo loco como si no hubiera mañana, insultos por doquier, infracciones de tránsito frecuentes, entre otras cosas, son el pan de cada día, que se convierten en un mal que aqueja a la mayoría de personas y que afectan su diario vivir en las grandes metrópolis.