Un tribunal de Bombay, en la India, dio la razón a un esposo que demandó su divorcio por el excesivo sexo que le pedía su mujer para satisfacer sus necesidades alegando un "insaciable apetito sexual".
El hombre aseguró que, pese a haber intentado lo posible por “cumplir” y negociar la frecuencia de los encuentros, no pudo soportar más porque a su mujer nunca le importó una incapacidad por apendicitis, sus jornadas extensas de trabajo y su decisión de no tener el coito por agotamiento, y siempre lo buscaba hasta lograrlo.