El dueño de las Águilas de Pereira, Fernando Salazar y el hijo del dueño del Chicó F.C. Eduardo Pimentel al parecer se transaron en una gresca en el bocatunel del estadio Matecaña.
Según testigos, Pimentel le gritó improperios, mientras que Salazar le respondió con golpes.
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Versiones indican que fue por esa pelea entre su hijo y Fernando Salazar que Eduardo Pimentel denunció amenazas en contra el árbitro Jorge Sierra.
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“Las amenazas grabadas en contra de los jueces, directamente al Sr. Jorge Sierra en el partido de ayer decidieron el resultado a favor de Itagüí” escribió el dirigente del Chicó en su cuenta de Twitter.
El dirigente boyacense también dijo que “no hay duda q el juez decidió el resultado por amenazas contra su vida me dicen periodistas que todo está grabado espero que nada se oculte”.
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