Visiblemente dolido por las heridas de fusil y las esquirlas de los tatucos lanzados por al menos 30 guerrilleros de las Farc, el patrullero Idelfonso Forero relata que está vivo de milagro. Asegura que el comandante del operativo guerrillero ordenó que los remataran tras el ataque.
“Con tatucos y tenían ametralladora, todo el tiempo nos estuvieron tirando cargas explosivas. Uno que estaba con una linterna verificando que policías estaban y los remataban, cuando me encontró a mi dio la orden ¡mátenlo! y me dispararon”, dijo.
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El uniformado fue trasladado a Bogotá donde recibirá recuperación con fisioterapeutas mientras que los otros seis uniformados heridos se recuperan en Cali.
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