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Tecnología y redes sociales, ¿un problema para los padres de familia?

Esta semana en Generaciones Blu hablamos de los riesgos y ventajas que los padres de familia deben conocer sobre el Internet, la tecnología y las redes...

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sociales, en compañía de Claudia Rincón Caicedo, asesora de niñez y adolescencia del ICBF y Ana María Sánchez, madre de María José Lara Sánchez, quien compartió en los micrófonos de Blu Radio una historia real que, espera, sirva para que los padres entiendan la importancia de cuidar a sus hijos en el mundo digital.

 

En primer lugar, Claudia Rincón Caicedo indicó que no se debe satanizar el Internet, pero sí se debe tener cuidado pues “cuando abres la puerta de tu casa a alguien sin preguntar, te expones a que algo malo te pase; lo mismo sucede en internet”.

 

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“Los papás tienen dificultad con saber a qué edad otorgar libertad para que los hijos manipulen dispositivos electrónicos, el consejo es que se puede entregar un celular cuando el hijo entienda para qué funciona, pero todo depende de cómo se le entregue esa responsabilidad”, añadió la experta.

 

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Sobre este aspecto, Ana María Sánchez expresó que cuando dio esta libertad a su hija María José, sucedió algo que no previó: “A mediados de 2014, almorzaba con unos amigos cuando me llamaron para amenazarme pidiendo 12 millones de pesos si no quería que publicaran fotos mías sin ropa en la red social SnapChat. Por supuesto, no cedí a la extorsión y dije que podían hacer lo que quisieran. Después llamaron de nuevo, pero esta vez nombrando a mi hija y directamente dijeron que me harían daño después de publicar fotos de ella sin ropa”.

 

La investigación de este caso dio como resultado que tiempo antes de las amenazas, María José, de 14 años, se tomó una foto nada comprometedora, “una selfie, pero los compañeros del colegio editaron la imagen”, asegura su madre.

 

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El caso quedó en manos de las autoridades mientras Ana María se preguntaba junto a su esposo en qué habían fallado pues “con mi marido estábamos seguros de que mi hija no haría algo como eso, porque le hablamos constantemente sobre el tema y los peligros que acarrea confiar en alguien que no se conoce. Para mí fue durísimo conocer que mi hija no entendió mis consejos. Me preguntaba dónde estaba yo cuando todo eso ocurrió”, indicó.

 

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María José, por su parte, dice que cuando envió la foto pensó que “había confianza entre mi amigo y yo, luego de todo me di cuenta que no era así. Pasaron meses hasta que me di cuenta que la foto que envié fue editada, mi amigo compartió la fotografía con personas que hicieron esa llamada a mi mamá, luego inició un matoneo en el colegio”.

 

Ana María añade que “luego del incidente, María José tuvo un cambio radical y la familia se convirtió en otra. Es muy difícil para mi hija hablar de esto. A mis hijas tuve que cambiarlas de colegio por el matoneo y decidí hacer público el caso porque luego pueden salir más casos y creí que había que sentar un precedente”.

 

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Sin embargo, pese al llamado de las autoridades al revelar a los autores de las amenazas, “no reprimieron a los responsables, no les hicieron un fuerte llamado de atención por parte del colegio y la institución permitió que se hiciera un fuerte matoneo a mis hijas”, indica Ana María.

 

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Su hija, María José, afirma que tras el incidente se convirtió en una persona más alejada hacia los demás; “puse más fuerte  mi carácter hacia las personas”, aseguró.

 

Claudia Rincón Caicedo reveló que existen redes sociales muy peligrosas, con funciones más allá de lo que hace Facebook, “como Chatroulette, una plataforma en que se chatea con otras personas con el fin de conocerse y muchas veces compartir experiencias sexuales”.

 

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En esta red, “es normal encontrar casos aberrantes como la ‘masturbatón’, que se da cuando varios jóvenes de género masculino se citan en un sitio en común, allí llegan 50 personas y luego se masturban en grupo, posteriormente comparten su experiencia por Chatroulette”.

 

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Por otro lado, existen redes sociales con funciones sencillas pero que se prestan para matoneo o compartir contenido inapropiado para menores de edad, como Ask, “una red de preguntas y respuestas de todo tipo”, señala María José.

 

SnapChat, plataforma para enviar fotografías y editarlas, también es usada por menores de edad, que se exponen al compartir imágenes íntimas creyendo que al borrar las fotografías de sus dispositivos móviles esta desaparecerá, pero “todo queda en internet, en la nube”, indica la experta del ICBF.

 

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Para afrontar estas situaciones y evitarlas, “es importante que los padres negocien con sus hijos el permiso para que los menores accedan a redes sociales como Facebook. El error de María José es que ella se tomó una selfie inocentemente, y se la envió a un amigo con confianza, su error fue no entender hasta dónde podía confiar en esa persona. Es importante que los papás entiendan de qué se trata cada una de las redes sociales, por ejemplo existen redes solo para adultos, como Tinder, que sirve para encontrar pareja o acordar encuentros sexuales”.

 

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Finalmente, Claudia Rincón añadió que, pese a los peligros que estas plataformas conllevan al ser manipuladas por menores, existen también ventajas que pueden ser aprovechadas, incluso, para crear un proyecto de vida “como pasa con YouTube. Conozco muchos ‘youtubers’ que iniciaron su trabajo subiendo videos a esta página y hoy en día viven de eso. También existen miles de tutoriales que funcionan para apoyar el ejercicio de hacer tareas con los hijos”.

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