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Sí es posible la convivencia ciudadana: editorial de Óscar Montes

Editorial del panelista Óscar Montes en Vive Barranquilla.

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BLU Radio Óscar Montes. Foto: bluradio.com

Los cuatro días del Carnaval Internacional de las Artes -que en esta oportunidad se llevó a cabo en ocho escenarios, ante la imposibilidad de disponer del teatro Amira de la Rosa- sirvieron para demostrar no solo que Barranquilla es una ciudad con una profunda vocación cultural y artística, sino que también puede ser -y es- pacífica por excelencia.

 

Durante los cuatro días de conciertos y conferencias con artistas de distintos tamaños y colores, no hubo un solo acto de violencia, ni siquiera la más mínima agresión. No hubo un solo reclamo. Todos los escenarios estuvieron llenos de un público respetuoso y entregado por completo a los invitados. El comportamiento fue ejemplar. Una vez más quedó demostrado que la “reflexión como espectáculo”, lema del Carnaval de las Artes, es la mejor apuesta.

 

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Al Parque Cultural del Caribe -el principal escenario del evento- asistieron miles de personas dispuestas a escuchar las canciones clásicas de sus ídolos o a descubrir el universo musical de otros países. Como es costumbre, todas las entradas fueron gratuitas y cada uno de los asistentes se gozó las descargas  que brotaron del piano de Richie Ray, los versos sentidos y sinceros de Adolfo Pacheco, o la nota melodiosa de Alci Acosta, para solo citar algunos de los invitados especiales. Pero el público también tuvo la oportunidad de conocer de su propia voz cómo y de qué forma nacieron sus canciones.

 

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De manera que la lección quedó aprendida. Barranquilla no es violenta. Es una ciudad festiva, alegre, bullanguera, pero pacífica. Su alma es musical y su corazón noble y agradecido. Sí es posible convivir en paz y armonía. Sí es posible respetar la autoridad y que la autoridad nos respete. Sí es posible bailar y gozar mientras nos tomamos una que otra "fría", para bajarle un poco la temperatura a este calor inclemente o para disfrutar de la brisa que viene del Río. Sí es posible -en fin- vivir en paz en nuestra querida Barranquilla.

 

La invitación queda extendida para que el próximo año podamos disfrutar de otro Carnaval Internacional de las Artes como lo merecemos: en paz y armonía. Gracias y sinceras felicitaciones a Fiori, a Claudia y a todo su equipo.

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