“El primero es que los costos de los combustibles en Colombia ya son bastante altos, no solamente porque tienen un componente alto de impuestos, sino también porque Colombia utiliza el concepto de paridad internacional para establecer los precios de los combustibles a nivel local”, sostuvo.
En ese mismo sentido, Behrentz aseguró que en Colombia no se cobra lo que cuesta el combustible, sino lo que costaría si se vendiera en el mercado internacional, “y eso también genera sobrecostos sobre todo cuando los precios están elevados”.
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Para Behrentz el impuesto al carbono tiene sentido desde el punto de vista ambiental, mas no como está concebido en este momento.
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“Estamos generando un nuevo tributo simplemente para aumentar la base tributaria y para mejorar los ingresos de la Nación, que podría ser legítimo, pero es muy diferente a que ese tributo en realidad esté utilizándose como un concepto de desincentivo a los combustibles fósiles”, añadió.
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