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"La paz comienza con un empleo digno": editorial de Ley del Montes

Óscar Montes editorializa la importancia de que aumente la tasa de empleabilidad en el país, de cara al posconflicto, siendo que esta cifra aumenta según registros del Dane.

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En Colombia a los jóvenes no los emplean porque carecen de experiencia y a los adultos tampoco los contratan porque ya están muy viejos. Esa es la tragedia laboral que viven millones de personas que salen todos los días de sus casas con sus hojas de vida bajo el brazo y con la esperanza de que un alma caritativa les ofrezca un empleo digno que les permita regresar a sus casas con algo de comida para sus seres queridos. La inmensa mayoría retorna con las manos vacías y el alma compungida.

 

Según el Dane, la tasa de desempleo nacional es del 10 por ciento. Pero para los jóvenes –entre 14 y 28 años- dicha tasa es del orden del 17 por ciento y la población más afectada son las mujeres con un 23.7 por ciento. Si se tuviera en cuenta el subempleo –o el empleo informal- la cifra se incrementaría de forma considerable.

 

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Lo cierto es que el mercado laboral no es amigable ni con los jóvenes ni con los adultos. Estos últimos, por ejemplo, viven un verdadero calvario cuando a la hora de los tristemente célebres “recortes” son los primeros en quedar cesantes y para ser contratados de nuevo debe ocurrir poco menos que un milagro.

 

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El drama es mayor para aquellos que egresan de universidades con un muy bajo nivel académico, que han hecho de la educación el más lucrativo de los negocios. A los dueños de estas “universidades de garaje” poco o nada les importa inundar el mercado laboral de jóvenes carentes de una excelencia académica que les permita ser competitivos y calificados para desempeñar sus labores. La ilusión de ser profesionales los lleva a vincularse a entidades educativas mediocres y carentes de rigor académico.

 

La tragedia laboral de jóvenes y adultos merece una mayor atención del Gobierno Nacional, así como de los empresarios e industriales del país. Si de lo que se trata es de vivir en paz, habría que decir que la paz comienza con un empleo digno. Así de simple.

 

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