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Cristian Salazar y su esposo cuentan cómo es la experiencia de ser padres biológicos

Un alquiler de vientre y un proceso in vitro les permitieron tener una hija biológica.

275533_Foto Facebook: Christian Salazar
Foto Facebook: Christian Salazar

El odontólogo Cristian Salazar estuvo en Mesa Blu para explicar cómo fue el proceso que vivió con su pareja, Jorge Sanabria, para poder ser padres biológicos de María Guadalupe.
 
Salazar explicó que el proceso, por cuestiones legales, se llevó a cabo en México y Estados Unidos, países donde la legislación permite que se lleve a cabo el alquiler de vientres y la donación de óvulos a parejas homosexuales. 
 
Señaló que los óvulos fueron conseguidos en Estados Unidos y el alquiler de vientre se realizó en Tabasco, México, todo, bajo unas condiciones bastante rigurosas que permiten que el proceso llegue a feliz término y que evita que tanto la donante, como quien alquila el vientre, alegue cualquier parentesco con el recién nacido.
 
Conseguimos óvulos a través de un banco de en Estados Unidos y todo este proceso de alquiler se hace en México (…) Allí hay normatividad y legislación sobre el tema de vientres alquilados”, dijo Salazar.
 
Una vez conseguidos los óvulos en un banco de Estados Unidos, donde se analiza rasgos físicos de la donante, enfermedades, historia clínica, nivel social y otro sin número de características, van a México donde finalmente se alquila el vientre para que el bebé nazca tras una cesárea programada.
 
“Se consiguen los óvulos, se dejan madurar por 5 días y son unos embriones que quedan congelados, una vez congelados se busca una mujer de Tabasco, menor de 30 años, que haya tenido dos hijos y que sea cabeza de hogar”, agregó Salazar.
 
Esta mujer, según indicó el odontólogo, debe estar dispuesta a acudir a todos los controles médicos durante los 9 meses y debe existir el menor riego de vínculo afectuoso con el bebé, por eso mismo se busca que ya haya sido madre mínimo en dos ocasiones y que sea cabeza de hogar.
 
Salazar aseguró que junto a su pareja conocieron tanto a la donante de los óvulos como a quien alquiló el vientre, simplemente, para saber con quienes iban a participar en este proceso que les permitió tener a su hija biológica. 
 
“Conocimos a la señora gestante, fuimos al quinto mes de gestación, fuimos a una ecografía con ella y al otro día de nacer la bebé fuimos a darle las gracias, nos pidió que se la dejáramos alzar y que le tomáramos una fotos, obviamente ella recibe una remuneración”, agregó.
 
Con quien donó los óvulos también fueron a cenar antes de iniciar el procedimiento en México.

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