Como muchos colombianos, un grupo de guerrilleros del frente 34 Alberto Martínez, antes de movilizarse a la zona donde iniciarán la dejación de armas, despidieron el 2016.
"Todos queremos la paz, nadie quiere la guerra", expresó Johana, una guerrillera de 39 años.
En medio de vallenatos, buñuelos, natilla y cerveza, los guerrilleros recibieron el que podría ser el último año en armas.
Cerca de ese campamento, en la vereda Vegaéz de Vigía del Fuerte, en los próximos días se construirá, en coordinación con la ONU, la zona de concentración donde se espera, lleguen por lo menos una treintena de integrantes del frente Aurelio Rodríguez que también opera en la región, así como milicianos que apoyan a la guerrilla.