El alarmante aumento de muertos en Antioquia por COVID-19, que oscila entre los 100 y 150 casos diarios, ha aumentado también el número de atenciones exequiales, especialmente en el Valle de Aburrá.
Aún no están colapsados los servicios fúnebres, pero sí han aumentado las horas de trabajo, sobretodo en los hornos crematorios que ahora funcionan 24 horas al día.
Esto para evacuar con mayor rapidez la “fila” de cuerpos que se ha acumulado y que ha hecho que el tiempo de entrega de las cenizas pasara a ser de menos de un día a hasta 72 horas.
Estamos atendiendo como 70 servicios diarios cuando el promedio del mismo mes de en 2020 era de 15 a 20 mensuales
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Los servicios funerarios de cremación, los más solicitados por los habitantes de Medellín, operan a un 95% de su capacidad. Por su parte, las inhumaciones no superan el 50% de su capacidad.
“Nosotros no hemos colapsado porque, a diferencia de las UCI donde los pacientes se quedan varios días, la capacidad nuestra se reinicia cada día. Volvemos a empezar desde cero”, explicó Carlos Dario Ospina, gerente de la Funeraria Campos de Paz.
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Ante la situación, y por ser el último paso en la atención de pacientes con COVID-19, el sector funerario alzó la voz y solicitó que sus empleados sean vacunados con prontitud, sobre todo quienes tienen contacto directo con los cadáveres..
“Porque el riesgo de infección es alto. Somos un servicio esencial y deberíamos tener acceso a la vacuna lo antes posible”, dijo Arango.