Los indígenas Embera procedentes de Chocó y Risaralda aumentan su presencia en la ciudad de Medellín durante la época decembrina. En muchos casos llegan a la capital de Antioquia a ejercer la mendicidad. De acuerdo con la Personería de Medellín, esta situación se ha registrado en algunos sectores de la ciudad como el centro y El Poblado. Muchos de estos nativos serían víctimas del conflicto armado en sus zonas de origen.
Sonia Peña, coordinadora del Grupo Especial de Asuntos Étnicos y Migrantes de la Personería de Medellín, dice que el impacto en la práctica de la mendicidad resulta más favorable para las mujeres y niños de esta población en comparación a los hombres que se encuentran en etapa productiva, y afirma que cuando llegan a Medellín tienen buena empatía con los paisas y turistas.
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“Hay esa empatía por parte de los medellinenses, de los turistas, que generalmente son las personas que apoyan la causa de ellos”, aseguró Peña.
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Farlín Perea, gerente étnica de la ciudad, se refirió a esta situación, afirmando que no todos llegan en esas condiciones sino que llegan a buscar nuevas oportunidades.
“Algunas de esas personas se encuentran en la ciudad no porque quieren, llegan en busca de oportunidades, otras llegan bajo engaños de otras personas”, agregó Perea.
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Sin embargo, Perea hace un llamado a las personas para que no les den dinero, sino que los apoyen comprando las artesanías u otros productos que en su mayoría tienen para ofrecer. Además dice que desde la alcaldía les han brindado las ayudas para retornar nuevamente a sus lugares de origen.
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