Según Bienestar Familiar, a 382 asciende la cifra de menores de edad en Medellín que están recibiendo atención psicosocial por consumo de estupefacientes: 206 internados y 176 en forma externa. En su mayoría, comienzan bajo engaños con drogas sintéticas camufladas en dulces.
La directora regional del ICBF, Selma Patricia Roldán, señaló que ya no están dando abasto en los centros de atención donde son atendidos estos menores y pide apoyo y recursos para ampliar los cupos.
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"Lo que hemos notado es que hemos tenido que aumentar los cupos en nuestras instituciones. Ya no damos abasto. Son más de 300 cupos para que los niños sean atendidos en Medellín en el consumo de drogas", indicó Roldán.
La Policía sigue con sus planes especiales para garantizar la seguridad en los ingresos de los colegios, que son algunos de los lugares donde hay más riesgo para los menores frente a la drogadicción.
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