Ante los hechos de violencia e intolerancia entre los más de 20.000 migrantes represados en Necoclí, las autoridades reforzaron las medidas de seguridad con más pie de fuerza y estrategias logísticas.
Estas acciones se tomaron ante las riñas reiterativas entre estos extranjeros, en su mayoría haitianos, que ya dejaron el asesinato a puñaladas de Ivramón Belony y capturado el supuesto homicida en las últimas horas.
El refuerzo con más policías, así como miembros de la Armada, se adelanta para evitar no solo estos casos de intolerancia, sino también para que los grupos al margen de la ley, como el caso del Clan del Golfo, no sometan a los migrantes a actividades ilícitas como transportar drogas a la frontera con Panamá con tal de salir del represamiento en las playas de Necoclí.
Incluso, los transportadores que salen de Medellín no pueden permitirles bajarse del bus a una zona diferente de la terminal de transportes en ese municipio del Urabá antioqueño.
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"Hay todo un mecanismo articulado con la Armada Nacional para el movimiento marítimo de estas personas. Tenemos unidades en Capurganá y en estas zonas también para hacer el control", indicó el general Gustavo Franco, comandante de la Región 6 de la Policía.
El represamiento de personas en Necoclí continúa porque si bien llegan 1.000 migrantes diarios, solo se pueden transportar a la frontera con Panamá a 500 pasajeros y ya están vendidos los tiquetes de lancha hasta el 22 de octubre.
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