Thor, un perro antinarcóticos de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, se ha convertido en el dolor de cabeza de los narcotraficantes gracias a sus últimos hallazgos, en el más reciente de ellos, por ejemplo, frustró el envío de 2.400 gramos de clorhidrato de cocaína a España.
Con cuatro patas, 5 años y un sedoso pelo marrón y dorado, con algunas manchas negras, este pastor belga no solo es el agente más consentido y mimado de la Policía en el Valle de Aburrá, sino que también se ha convertido la piedra en el zapato de quienes intentan enviar drogas fuera del país.
Acompañado por la teniente Natalia, este agente canino, que ha dedicado 4 años de su vida al servicio de la Policía, logró la identificación de más de 2.400 gramos de clorhidrato de cocaína que estaban camuflados dentro de un asador tipo barril que tenía como destino España, tal como lo explicó el mayor Miller Yasno, comandante del Grupo de Carabineros y Guías Caninos.
"Thor dio señal activa en una caja todo este material que estaba recubierto de pintura y gracias a el se pudo descubrir por lo que seguiremos luchando frente a esta situación", afirmó el mayor.
Pero no es su único logro, una semana antes de este hallazgo, Thor logró, también en la revisión de una empresa de envíos, la incautación de 46 kilos de marihuana, enviados desde la ciudad de Cali y que pretendían llegar hasta Turbo, camuflados en cajas de herramientas de soldadura.
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Finalmente, ni el papel de cocina, el papel chicle, la pintura epóxica o la grasa de motor pudieron vencer el olfato de Thor, quien se ha convertido en un elemento destacado en la lucha contra el narcotráfico en el Valle de Aburrá.
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