El barrio Restrepo es una de las zonas cruciales del comercio de ropa y calzado en Bogotá, tanto, que antes de la pandemia era difícil conseguir un local en ese sector. Cinco meses después el panorama cambió: en la mayoría de las cuadras hay por lo menos un aviso de 'Se arrienda' y en otras hay incluso cuatro.
Los locales vacíos antes estaban ocupados por tiendas de zapatos, almacenes de ropa para niños, tiendas de alquiler de vestidos para fiestas y hasta escuelas de baile.
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"Las ventas no son lo suficiente, no cubren el arriendo, los gastos o los sueldos y mucha gente prefiere cerrar mientras mejora la situación", aseguró a BLU Radio Diana, una empleada de un local de zapatos.
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La empresa para la que trabaja Diana ya tuvo que cerrar dos puntos de venta y el de ella se salvó de la misma suerte porque aún está vigente el contrato de arriendo.
Sin embargo, hay quienes tienen la esperanza de que ya comenzó una recuperación económica y que todo va a mejorar.
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"Compré la ferretería hace cuatro meses y justo empezó la cuarentena. Muchos vecinos se fueron. La única ayuda que recibimos del propietario es que nos dieron plazo hasta diciembre para pagarles, así que en este momento estamos pagando el arriendo más el excedente de esos tres meses. Pero aquí estamos gracias a Dios, optimistas", aseguró López.
A Restrepo ya volvieron los trancones, los vendedores ambulantes y las filas en los bancos. El problema es que hay pocos clientes en los almacenes.
Muchos comerciantes aseguran que restricciones como el pico y cédula y el horario impiden que las ventas mejoren, pues previamente la franja de la mañana era una de las de mayores ventas.
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