González indicó que en las grandes ciudades se irrespeta los desarrollos particulares de los pueblos vecinos.
“El otro problema radica en que los pueblos aledaños a Bogotá, también quieren copiar la planeación de la ciudad con urbanizaciones y pretendiendo reducir las zonas rurales”, señaló.
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El experto también señaló que en el caso del municipio de La Calera aún se mantiene una actividad campesina importante y que para conservarla es necesario reconocer el patrimonio cultural y natural existente.
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Asimismo, recordó que Bogotá tiene un área rural grande que es desconocida por los bogotanos.
“Detrás de Monserrate, por ejemplo, está el rio de Teusacá, la cuenca del rio Negó y el rio Blanco. Más allá de Monserrate existen comunidades campesinas”, enfatizó.
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También dijo que “se deberían potenciar estrategias que le permitan a la gente mejorar su habitar en las zonas rurales”.
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“Actualmente existen tecnologías amigables con el medio ambiente para enfrentar diferentes problemas como la construcción de casas de interés prioritario, que permitiría generar empleo”, resaltó.