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El Viejo Almacén: un lugar antaño del tango en Bogotá que se resiste a desaparecer

La crisis por cuenta del coronavirus tiene en vilo a un patrimonio de la cultura en Bogotá, su dueña, a los 84 años, busca conservar lo que por décadas ha cultivado.

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Negocio_El Viejo Almacén // Foto: Cortesía

Los bogotanos de antaño que frecuentaban el centro de la capital, seguramente recordarán la existencia de El Viejo Almacén de Marielita, ese pequeño rincón del tango en Colombia que hace 55 años se fue formando como uno de los lugares donde el sonido de un bandoneón y las voces de Gardel, Julio Sosa, de Mercedes Simone o del Polaco Goyeneche, se mezclaban entre milongas y champán, resultando en curdas con aroma porteño y frío blindado con el atuendo cachaco currutaco con sombrero y gabán.

“Esto está muy duro, esta situación que estamos pasando está muy triste ahora y quién sabe cuándo podremos volver a abrir El Viejo Almacén. Esperemos que sea muy pronto. En el momento estoy extrañando mucho a mis clientes, muy triste. En este momento el negocio se encuentra cerrado, quién sabe cuándo podremos volver a trabajar”, relata Mariela Cruz, la mujer en medio del encierro por la crisis del coronavirus.

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Marielita tiene hoy 84 años y en su negocio solo quedan los cuadros de aquellos juglares del tango y las mesas vacías esperando que regresen aquellos clientes, que hace décadas repasaban nostalgias y festines en las mesas donde la abuela siempre les guardaba un lugar.

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“El problema que tenemos es que Mariela con su música para otro lado, porque en esa situación nos va a tocar buscar otro lugar. Tener paciencia a mis clientes y a quienes conocen El Viejo Almacén, y a los que puedan me colaboren, y saben que yo vivo de este negocito, a esta hora no me dejan ni a la puerta salir por mi edad”, dice Mariela buscando que sus clientes no la dejen en el olvido y le puedan ayudar.

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“Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo y no tengas esperanzas en el pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo, acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo pa´ ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión”, así como reza la canción Mano a Mano de Carlos Gardel, Marielita y su familia rebuscan entre cuentas una forma de rescate cuando también la cuarentena les envolvió.

La crisis económica del COVID-19 ha hecho que sus puertas tengan que estar cerradas, ella en el confinamiento al que no se acostumbra por su condición y en vilo para que pronto resucite El Viejo Almacén, el cual en Bogotá miles de cachacos dejaron su corazón.

Escuche la crónica completa de BLU Radio aquí:

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