Este año para todo hubo protocolos de bioseguridad: para el banco, el trabajo, el transporte público y hasta las reuniones en familia, pero faltaba algo: el pesebre.
Alejandra Pomes vio las cadenas de WhatsApp y audios de TikTok que bromeaban sobre cómo se vería un pesebre a prueba de contagio y decidió poner manos a la obra para fabricar uno. Y otro, y otro más porque resultó que su idea tiene varios seguidores.
Aquí todos estamos cosiéndole los tapabocas a los reyes magos. Hay uno que lleva cloro, el otro lleva alcohol y el otro la caja de los tapabocas. A los burritos y a la vaca les pusimos careta. El bebé tiene un cordón amarillo y un letrero de 'no tocar' y todos tienen una distancia entre sí
Ella es una de las víctimas económicas de esta pandemia y perdió su trabajo como actriz de teatro cuando comenzaron las cuarentenas. Sin embargo, decidió no dejarse apabullar de la crisis y encontró en sus pesebres, hechos a mano, la forma de sacarle dinero a las circunstancias.
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Ahora no solo está trabajando ella, sino también su familia que le ayuda con la fabricación y las entregas.