En esta temporada de intenso verano, los Bomberos de Orocué en Casanare poco duermen por cuenta de los incendios forestales que han afectado más de 15.000 hectáreas de bosque nativo, sabanas y morichales.
Durante el inicio del año han tenido que atender 15 eventos de este tipo que, por la extensión de la tierra de la Vorágine, como es conocido Orocué, se hace casi imposible controlar el fuego de manera oportuna.
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Hernedys Tovar Vargas, comandante del Cuerpo de Bomberos de Orocué, señaló a BLU Radio que existen varias dificultades que deben afrontar para cumplir con su labor.
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“Falta personal, equipos adecuados y vehículos de atención inmediata, para que no se quemen tantos bosques y sabana que son el hogar de la fauna de nuestro municipio”, afirmó.
Son 12 los bomberos que deben atender 4.177 kilómetros cuadrados en la tierra plana, es decir, más del doble de la superficie de Bogotá.
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