Otras alternativas para no usar el automóvil el resto del año

Miles de personas tuvieron que dejar sus vehículos y subirse al TransMilenio o utilizar las bicicletas que se llenaban de polvo en los garajes. Un día sin la combustión de los vehículos en Bogotá significa aire más puro, menos enfermedades, menos riesgo de cáncer y apropiación de las calles de parte de los ciudadanos.

Pero muchos solo se suben al transporte público o a las bicicletas el 7 de febrero por obligación.

El resto del año las calles siguen congestionadas por el tráfico, los accidentes y las muertes en la vía. Mientras tanto la nube de esmog se eleva y se agrupa por el humo colectivo que sale de los tubos de escape de millones de vehículos en las ciudades.

Las alternativas

Sin embargo, existen muchas alternativas que pueden hacer la ciudad más amigable.

Bicicletas eléctricas.

Las bicicletas eléctricas tienen una ventaja sobre las de pedal tradicional y es que las personas producen mucho menos sudor. En ciudades de Europa como Ámsterdam o Bruselas son el medio de transporte número uno. En Colombia una buena bicicleta eléctrica puede costar entre $ 1.400.000 y $ 3.500.000 dependiendo de la calidad de los materiales, la duración de la batería y la capacidad de velocidad. Para que pueda transitar en las ciclovías no deben superar los 25 kilómetros por hora y contar con toda la normatividad de los bici usuarios. Es decir: casco, luces y, sobre todo, prudencia en la vía.

Juan Pablo Gamboa es un vendedor de estas bicicletas eléctricas y dice que el beneficio para la ciudad y para el individuo es indescriptible.

“Son de bajos costos con muy buena autonomía y tienen un beneficio importante. Si usted tiene traje, o tiene que ir muy elegante al trabajo va a llegar mucho más limpio, pero sin perder los beneficios del ejercicio porque cuando la quiera desactivar usted mismo se encarga del impulso”, dice el vendedor que explicó también que por una regulación reciente del Ministerio de Transporte las ventas cayeron.

“Antes teníamos seis tiendas en la ciudad, ahora solo tenemos una”, agregó.

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Las patinetas eléctricas.

En ciudades como el DF en México el servicio de patinetas eléctricas existe hace varios años. En Bogotá apenas recoge algunas cuadras en el norte, pero está teniendo mucho impacto, así como causando críticas en el gremio de los taxistas.

El alquiler de las patinetas se paga únicamente con tarjeta de crédito. Hoy funcionan desde la calle 72 hasta la 142 entre la séptima y la autopista. Los usuarios solo tienen que activar la aplicación una vez encuentran alguna de las patinetas en cualquier punto en esa ubicación y realizar el recorrido. Cada minuto cuesta $ 300 pesos y una vez el usuario llega a su destino, debe tomarle una foto a la patineta y dejarla ahí sobre el sendero peatonal a la espera del nuevo viajero. Un traslado de 30 minutos cuesta solo $ 9.000.

En Chapinero ya no es raro encontrarse de repente una patineta eléctrica sin dueño que parece abandonada, pero en realidad solo está atenta a su próximo conductor.

La polémica se ha dado porque aún no existe una regulación para el negocio, pero expertos en movilidad aseguran que esta es una gran alternativa que desestimule el uso del automóvil.

Cada noche las patinetas son recogidas por un camión que las lleva a cargar su batería para estar listas al día siguiente.

Estas son solo algunas de las alternativas para el automóvil que pueden servir cada día a los usuarios, el medio ambiente, y el sentido de pertenencia en las ciudades.

Hay que recordar que cada año se producen 7.000 muertes por accidentes de tránsito y 17.000 por enfermedades relacionadas a la calidad del aire y del agua en todo el país.