Tres vendavales han azotado al municipio de Santo Tomás, Atlántico, durante esta temporada invernal. El más reciente dejó, por lo menos, 200 casas afectadas con desprendimiento de techos y averías en paredes, incluso, cuatro viviendas colapsaron y quedaron inhabitables.
Las familias más perjudicadas por los fuertes vientos y lluvias fueron las residentes en los barrios Roble Amarillo y La Arenosa, donde se han censado cerca de 1.000 damnificados, informó el alcalde Tomás Guardiola.
"Como en nuestro municipio ha habido tres vendavales, la situación es todavía más difícil para nosotros, porque ya hoy no tenemos recursos municipales para atender estas emergencias, estamos dependiendo de la Unidad de Gestión del Riesgo!, manifestó el mandatario tomasino.
Precisamente, en aras de agilizar la entrega de ayudas humanitarias a los damnificados, las autoridades decretaron la calamidad pública en el municipio de Santo Tomás.
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