El coronel y la patrullera, ¿otro caso de acoso sexual? Columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre el presunto acoso de un coronel de la Policía a una patrullera en Huila.
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La Fiscalía General avanza en la investigación para determinar si existió o no acoso sexual por parte del coronel Óscar Pinzón, comandante de la Policía en el Departamento del Huila, contra la patrullera Ana Milena Cruz Robayo, quien presentó una queja formal ante sus superiores a comienzos de enero.
La patrullera sustentó la queja en correos internos en los que su superior se dirige a ella en términos que la quejosa considera irrespetuosos y desobligantes.
En ellos se observa, en efecto, un tono abusivo y excesivamente confianzudo por parte del Coronel de la Policía, que evidenciarían una serie de insinuaciones que fueron interpretadas por su subordinada como un acoso sexual.
"Mi patrullera", "hoy estás muy hermosa", "pero estás muy fría, como un hielo", son algunas de las frases que el superior escribe a su subordinada, quien siempre le responde con respeto y distancia, como corresponde en estas circunstancias. Ella interpretó todas estas frases como un hostigamiento y un acoso de tipo sexual.
Ante la queja -que fue elevada ante la instancia superior, pues la dirección de Recursos Humanos de la entidad consideró que la culpable del supuesto acoso era ella por la forma como vestía, el coronel Pinzón ordenó el traslado de la patrullera al municipio más lejano del Huila, donde se encuentra.
El alto oficial, por su parte, fue relevado del cargo y su caso está siendo evaluado por la Dirección Nacional de la Policía.
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La delgada línea que separa el halago o el piropo del acoso sexual es muy fácil de cruzar. Mucho más cuando se trata de relaciones de subordinación, entre jefe y empleada, o entre superior y subordinada.
No es una relación horizontal de igualdad, sino piramidal, donde quién está en el vértice más alto de la pirámide siempre tendrá las de ganar y encontrará justificación a su proceder.
En este caso la patrullera terminó traslada a un lugar remoto, pero el coronel alegará que tomó la decisión por facultades discrecionales y por motivos estrictamente laborales.
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Mientras se llevan a cabo las investigaciones y se define la suerte del coronel y la patrullera, es bueno saber que para que se tipifique el acoso sexual no es necesario el uso del lenguaje soez o vulgar, o el acceso físico o el manoseo ramplón.
También la insinuación o las frases de doble sentido podrían ser interpretadas como acoso sexual por parte de quien se siente intimidada o asediada por dicho proceder.
Por ello es bueno que los jefes tengan presente que el respeto y el buen trato no deben prestarse para malas interpretaciones.