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Ginecólogo logró milagrosa cirugía de un feto en Barranquilla: “Fue un jonrón con bases llenas"

El talentoso especialista logró retirar un quiste a un feto en el útero y le injertó piel.

Bebé
Blu Radio
Bebé / Foto: AFP

Una primicia para la ciencia se produjo en Barranquilla, luego de que un equipo de seis médicos, vinculados al área de la ginecología, asumieran el reto de operar a unfeto que tenía una masa quística en la espalda. El reto era retirar la masa y tomar un fragmento de piel del mismo feto para injertárselo en la zona. Todo, sin interrumpir el embarazo, ni alterar el ambiente intrauterino.

Los padres, quienes son de origen panameño, llegaron a Barranquilla referenciados por los mismos médicos que les decían que en Panamá no podían desarrollar la intervención, pues sabían que en esta ciudad había un ginecólogo y cirujano fetal conocido por asumir casos sin precedentes en la perinatología.

Fue así como el caso llegó a manos del doctor Miguel Parra, para quien dijo que era más riesgoso esperar a que el bebé naciera que hacer la operación en esas condiciones, pues los fetos tienen metabolismo hasta cuatro veces más rápido que los de un bebé nacido y esto potencializaba las probabilidades de recuperación.

"Es un bebé, era un feto de 25 semanas cuando lo operamos, ya ahora tiene un mes de nacido. Tenía una masa que estaba llena de líquido. La columna vertebral no se cerró y formó una gran masa, era muy grande, ocupaba más del 90% de toda el área de la columna. Era riesgoso operar en cavidades pequeñas"; relató en Mañanas BLU el ginecólogo Miguel Parra.

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"Son cirugías muy riesgosas porque hay que operar a través de una mamá sana un feto que está enfermo", aseveró el especialista.

En julio realizaron la operación, para la que requirieron anestesiar a la madre y al hijo, mientras intervenían el útero. El primer reto era no romper la membrana que cubre al feto para que se conservara el saco en el que se deposita el líquido amniótico.

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Durante las siete horas del procedimiento, lo que hicieron fue sacar este líquido y por un pequeño conducto adelantaron la colocación del injerto, mientras mantenían estables las condiciones del niño. Una vez terminada la operación, de inmediato compensaron la ausencia del líquido y el embarazo siguió normal, tanto que el parto fue natural.

Actualmente el bebé tiene un mes de nacido y a partir de su evolución se considera un caso exitoso, pues el niño no resultó afectado en la movilidad de sus piernas ni con malformaciones en su espalda.

¿Podrá el bebé hacer su vida normal?

"El bebé tiene más de un 90% de probabilidad de que tenga una vida totalmente normal. Habrá que hacerle resonancias y análisis posteriores, pero lo que hicimos en el útero fue cortar el avance de la enfermedad", enfatizó el especialista.

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Escuche la entrevista completa aquí:

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Escuche el podcast de La Caja de los Comics:

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