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¿Hasta dónde llega el Nuevo Código de Policía? Columna de Óscar Montes

El panelista Óscar Montes habló sobre la decisión del sellamiento de La Troja por diez días.

296895_Blu Radio/ Panelista de BLU Radio Barranquilla, Óscar Montes. Foto: Cortesía
Blu Radio/ Panelista de BLU Radio Barranquilla, Óscar Montes. Foto: Cortesía

La sanción impuesta a La Troja de ordenar su cierre por diez días abrió, ¡por fin!, el debate sobre los verdaderos alcances del nuevo Código de Policía, que prohíbe expresamente la ocupación del espacio público, así como la venta y consumo de bebidas alcohólicas en establecimientos comerciales.

La decisión de la Policía generó de inmediato una gran controversia, pues La Troja es un sitio emblemático de la ciudad, frecuentado por miles de personas los fines de semana.

El secretario de Cultura y Turismo del Distrito, Juan José Jaramillo, cuestionó duramente la medida adoptada por la Policía y en sus redes sociales rechazó la "centralidad" del nuevo Código de Policía, que, según sus palabras, "no tiene en cuenta las manifestaciones culturales del país".

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Jaramillo se pregunta qué pasará en el futuro inmediato con las "izadas de banderas en los barrios" y con las "ruedas de cumbia", que son dos eventos emblemáticos del Carnaval de Barranquilla que se realizan en espacios públicos y al que asisten miles de personas.

Sostiene el Secretario de Cultura que el Código de Policía desconoce la "pluriculturalidad" del país, principio que está contemplado en la propia Constitución Nacional.

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Por su parte otros dos funcionarios de la Alcaldía Distrital, los secretarios de Gobierno y Espacio Público, Clemente Fajardo y Henry Cáceres, respectivamente, respaldaron la sanción a La Troja. Ambos consideran que "las leyes están para acatarlas".

Tanto Fajardo como Cáceres piensan que el Código de Policía no se extralimita y que por el contrario pone orden en ciertas actividades que afectan la convivencia de la comunidad.

Entre tanto, los comerciantes de la ciudad siguen padeciendo las consecuencias de un Código de Policía que compromete su supervivencia, tal es el caso de los tenderos, quienes sostienen que las pérdidas por la prohibición de la venta de cervezas en sus locales ascienden a los 35 mil millones de pesos.

Muchas de ellas se han visto obligadas al cierre definitivo. "El nuevo Código de Policía nos quebró", afirma Orlando Jiménez, director de Undeco.

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La ciudadanía,entre tanto,se sigue manifestando en las redes sociales a favor y en contra del cierre de La Troja.

Mientras unos respaldan la medida, por considerar que había abusos por parte del establecimiento, otros condenan la sanción impuesta, al considerar que no se puede atentar contra las expresiones culturales de la ciudad.

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Ante estos sucesos y los que podrían ocurrir en el futuro inmediato por cuenta de las actividades propias del "precarnaval", sería muy bueno que las autoridades precisarán con exactitud los verdaderos alcances del Código de Policía y sobre todo se pronunciaran sobre las "zonas grises" o los vacíos del mismo, en lo que tiene que ver con la ocupación o el aprovechamiento del espacio público.

¿Qué hacer,por ejemplo, con el bordillo, que es utilizado por miles de personas durante el pre y el Carnaval?

El Código de Policía no puede ser una camisa de fuerza, carente de la más mínima flexibilidad, que impida las expresiones culturales en las distintas ciudades del país, pues lo que para Bogotá es una cosa para Barranquilla es otra.

La "tertulia de la tienda", acompañada de un par de cervezas frías, es tradición en Barranquilla y no puede acabarse simplemente porque así lo decidió "cachaquilandia" en su leal saber y entender.

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¡Pues no! Lo mínimo que debe haber es un debate, abierto y sincero, para saber hasta dónde llegan los alcances del Código de Policía.

Estamos en mora de hacer ese debate a fondo y con la participación de todas las partes involucradas. En el caso de Barranquilla lo que está en juego es ni más ni menos que el mismísimo Carnaval. De ese tamaño es el asunto.

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