Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Las páginas sociales: columna de Óscar Montes

271468_BLU Radio Óscar Montes. Foto: bluradio.com
BLU Radio Óscar Montes. Foto: bluradio.com

Una de las situaciones más difíciles que he vivido por cuenta de este oficio del periodismo se relaciona con la publicación de una fotografía de los invitados a una boda en Bogotá.

Trabajaba como Editor General de una revista de actualidad y al publicar las fotografías del matrimonio, la persona encargada de escribir los pies de páginas con los nombres de los invitados, escribió mal el apellido de una dama.

No le di mayor trascendencia a la equivocación, pero le llamé la atención al redactor para que tuviera mayor rigor en futuras oportunidades.

No pensó lo mismo uno de los dueños de la revista, muy amigo de la invitada cuyo apellido había salido mal escrito, quien me llamó furioso, pidiendo la cabeza del “inútil” que no sabía cómo se escribía el apellido de la señora agraviada.

Publicidad

Lea también: Pájaros de verano: columna de Óscar Montes

La verdad es que el apellido de la dama ofendida no era fácil de escribir. Es de esos extensos que llevan las letras FTZ mezcladas con vocales. Supongo que sólo la señora y su esposo lo podían escribir de corrido.

Publicidad

Lo cierto es que desde entonces le tengo fobia a las páginas sociales de los periódicos y revistas. Las observo solo para ver envejecer a las personas.

Cuando miro sus rostros sonrientes, de inmediato me acuerdo de cómo eran 20 años atrás, cuando aparecieron en el mismo evento y casi con los mismos amigos, solo que entonces todos tenían menos arrugas, más pelo y menos canas. Los veo y pienso de inmediato: “Aquí falta fulanito o zutanita. ¿Qué le habrá pasado?”. Averiguo y me cuentan que falleció el año pasado.

Pero así como a mi no me despierta mayor interés las páginas sociales, hay personas que dan su vida por aparecer en ellas. O mejor: se mueren por figurar en ellas.

Si no aparecen se deprimen. Sufren si ven que salen publicadas las fotografías de los demás invitados menos la de ellos. Asumen vetos imaginarios y no piensan en la falta de espacio para publicar las 200 o 300 fotos de todos los invitados.

Publicidad

En fin, las páginas sociales, aunque muy vistas y frecuentadas, inclusive mucho más que las editoriales, siempre me han parecido un buen lugar para observar lagartos.
 
 

  • Publicidad