Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Madre se convirtió en barrista del Junior de Barranquilla en homenaje a su hijo asesinado

Carmen Luz encontró, de esta manera, cientos de hijos adoptivos en medio de la barra, a quienes llegó para llenar el vacío por la ausencia de su hijo.

carmen luz.jpeg
Carmen Luz.
Cortesía.

A Carmen Luz Ortiz el corazón le palpita por el Junior de Barranquilla. A sus sesenta años es una de las integrantes de la barra Los Kuervos. No se pierde un partido en el estadio Metropolitano de Barranquilla y se ha vuelto un rito de encuentro con su hijo Leonardo, a quien hace 12 años le quitaron la vida con una bala perdida, pero que su corazón de madre le dice que desde el cielo ve jugar al equipo.

“Yo ingresé a Los Kuervos porque cuando pasó lo de mi hijo tres amigos de él vinieron a mi casa y me dijeron que quería que fuera al estadio. Era mi primera vez. Yo fui familiarizándome con los pelados y me volví la madre de los chicos y las chicas. Ellos ahora me dicen madre”, comenta entre risas la barrista.

Carmen Luz encontró, de esta manera, cientos de hijos adoptivos en medio de la barra, a quienes llegó para llenar el vacío por la ausencia de su hijo. Ahora, como buena madre, les da consejos a los jóvenes del grupo y los cantaletea para evitar que se peleen con los miembros de las barras de otros equipos.

“Yo a veces me meto en las peleas de ellos. Me agarran y me dicen: “madre, quítese de aquí que nosotros vamos a pelear, pero ya los muchachos se han concientizado. Nosotros estamos luchando para que no haya tanto vandalismo en los estadios porque han muerto muchos muchachos a costa de tanta pelea, y eso a uno le da tristeza. Gracias a Dios lo de mi hijo no fue en medio de una de esas peleas”, cuenta Carmen.

Publicidad

Es por esto que impulsó y acompañó a cerca de 342 barristas del Junior, en general, para que participarán en un programa de capacitación de la Gobernación del Atlántico, quienes podrán abrir su propio negocio tras ser capacitados en áreas como carpintería, maquillaje, soldadura, electricidad, entre otras habilidades.

En su caso, decidió aprender técnicas de tintura y cepillado para el cabello, mientras trabaja para tener su propia peluquería, posiblemente en sociedad con algunos/algunas de los miembros de la barra.

Publicidad

Ella asegura que más que los amigos de su hijo, encontró una nueva familia con quienes comparte una misma alegría: la del fútbol.

“Eso es algo bonito. Yo me siento feliz. A lo último cuando Junior va perdiendo, yo también me pongo a llorar”.

Escuche la crónica aquí:

Publicidad


Escuche las noticias de Colombia y el mundo aquí:

Publicidad

  • Publicidad