Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Mano dura a conductores borrachos: editorial de Ley del Montes

Editorial de Óscar Montes en Vive Barranquilla

Mano dura a conductores borrachos: editorial de Ley del Montes
Mano dura a conductores borrachos: editorial de Ley del Montes
Foto: bluradio.com

Una serie de accidentes de tránsito ocurridos en las últimas semanas en la Región Caribe, que dejaron como saldo la pérdida de varias vidas humanas, así como daños irreparables para algunas de las víctimas, volvió a activar las alarmas acerca de la responsabilidad de quienes conducen en estado de embriaguez.
 
Las autoridades no parecen tener el control de la situación y ni siquiera las penas impuestas –que deberían ser mucho más rigurosas- han podido persuadir a los conductores ebrios, quienes cada día juegan con la vida propia y con la de terceros.
 
Está demostrado hasta la saciedad que la mezcla del alcohol con la gasolina causa accidentes que cuestan la vida de muchas personas y en el mejor de los casos deja secuelas que irreparables para siempre. El daño ocasionado por un accidente de tránsito causado por un conductor en estado de embriaguez es enorme. Cuesta creer que no haya conciencia social de los graves efectos que produce el hecho de manejar bajo los efectos del alcohol.
 
Pero no solo falta mano dura y mayor control por parte de las autoridades, sino una gran dosis de pedagogía, que permita crear conciencia acerca de la gravedad que tiene el hecho de conducir en estado de alicoramiento. En el caso de los jóvenes –por ejemplo- las escuelas y universidades son escenarios propicios para la realización de campañas que permitan sensibilizarlos acerca del valor de la vida y sobre los efectos funestos de manejar bajo los efectos del alcohol.  
 
Quienes conducen sus vehículos en estado de ebriedad y causan accidentes que dejan muertos y personas heridas, actúan con dolo; es decir, se comportan de mala fe y tienen toda la intención de causar daños a víctimas inocentes.
 
No existe ninguna razón que justifique ese comportamiento criminal. Por ello también se requiere de sanciones ejemplarizantes que sirvan de referente a quienes tengan la tentación de incurrir en esa misma clase de comportamientos.
 
Conducir en estado de embriaguez es poner en peligro la vida propia y las ajenas. Así de simple.  Que lo entiendan de una buena vez quienes –por manejar borrachos- juegan con su vida y comprometen su integridad y la de terceras personas inocentes.
 
Este es el video de cómo fueron arrolladas dos personas en Montería que estaban en la calle, en hechos donde el protagonista fue un hombre que manejaba en estadio de embriaguez y que luego fue dejado en libertad.
 

  • Publicidad