Con la imposición de sanciones económicas, las autoridades en Barranquilla buscan evitar que la ciudadanía continúe arrojando toda clase de residuos sólidos a los arroyos, una práctica frecuente durante la temporada invernal que pone en riesgo a la misma comunidad y atenta contra el medio ambiente, pues toneladas de desechos desembocan en el río Magdalena y luego en el mar Caribe.
Las sanciones más recientes fueron impuestas en un establecimiento comercial, que fue denunciado por arrojar llantas a un arroyo en pleno aguacero, informó el secretario de Gobierno del Distrito Clemente Fajardo, tras una inspección realizada por esta oficina y la Policía Ambiental.
"La Secretaría de Gobierno procedió a cerrar por siete días esta llantería e impuso multas a todos sus empleados", afirmó el funcionario. Para el castigo se tuvo en cuenta que los neumáticos terminaron represados en un desagüe afectando el espacio público y la evacuación del agua.
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La Alcaldía de Barranquilla también realizó una visita en la calle 38 entre carreras 35 y 36, donde denunciaron un basurero a cielo abierto, y con apoyo de Triple A se procedió a su limpieza.
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