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Entre llamas y humo, policías rompían vidrios para salvarse en incendio de hotel en Barranquilla

La fuerte conflagración dejó al menos 22 heridos, según el registro parcial reportado por las autoridades.

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Una emergencia por un corto circuito se registró en la noche de este jueves ( 11 de agosto) en el hotel Dasanto de Barranquilla, ubicado en la calle 35 con carrera 38, llevó a que casi 30 huéspedes quedaran atrapados en los pasillos y tuvieran que correr a romper los ventanales mientras esperaban por ayuda. Por lo menos, 22 personas requirieron traslados, de los que 16 son policías.

"Estaban partiendo los vidrios porque querían salir de las habitaciones. Estaba la candela ahí, quemando y el humo expandiéndose. Iban partiendo los vidrios para pedir auxilio", indicó Francisco, uno de los testigos.

En su mayoría, los heridos corresponden a policías, pues en el establecimiento había 43 uniformados alojados, quienes habían llegado días atrás a la ciudad a acompañar el operativo de seguridad para proteger a los conductores de buses que estaban siendo víctimas de atentados por parte de bandas extorsionistas.

Pese al entrenamiento de los uniformados para enfrentar este tipo de situaciones, ninguno de ellos logró escapar a través de las sábanas que amarraron y enlazaron para convertirlas en cuerdas, desde las ventanas hasta el suelo, pues la falta de oxígeno les restaba fuerza en las manos.

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"Inhalé bastante humo y ayudé a sacar a varios huéspedes. La gran mayoría no logró salir porque el incendio fue en el segundo piso porque no logramos sofocar las llamas por nuestra cuenta, a pesar de que había extintores. Ya tocó esperar la ayuda de los bomberos", indica la recepcionista del hotel, quien reconoce que se tuvo que dar por vencida ante el avance de las llamas.

Por lo menos una media hora tuvieron que esperar mientras se daba la llegada de las máquinas del cuerpo de Bomberos, desde las que lograron ubicar escaleras para facilitar la salida de los afectados a través de las ventanas. En medio de estas maniobras, algunos alcanzaron a cortarse con los vidrios mal partidos y la sangre de ellos quedó en la pared de la zona exterior del hotel.

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