El comportamiento de algunos caleños cuando van de paseo al río Pance tiene preocupados a los ambientalistas y líderes de este sector de la ciudad.
El pasado ‘Puente de Reyes’, miles de ciudadanos subieron hasta esta zona rural de la capital del Valle para gozar de las frescas aguas del río y a hacer el tradicional sancocho en leña. Sin embargo, la cantidad de basuras dejadas y el daño ecológico ya es notorio.
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Según Gladys Mosquera, integrante de la Mesa Ambiental del Pance, algunos ciudadanos “no tienen conciencia del paraíso que hay en la ciudad” y causan daños irreversibles.
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La líder afirma que su comunidad ha encontrado objetos como platos, ropa, calzones, vasos desechables, icopor y hasta brujería.
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Uno de los temas que más les preocupa son los fogones donde hacen asados o preparan sus alimentos. Asegura que en la temporada seca representan riesgos y podrían ocasionar incendios forestales.
“Nos ha tocado pedirles a las autoridades que apaguen pequeños incendios por esos fogones que dejan prendidos”, dice Mosquera.
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Sin embargo, la preocupación aumenta tras conocer que algunas personas estarían talando árboles pequeños y arbustos para obtener leña.
“Nos hemos dado cuenta que, con machete en mano, muchas personas cortan ramas y arbolitos para prender sus fogones, algo que afecta mucho el ecosistema”, asegura.
“Está bien que usen las ramas que caen secas de los árboles, pero que no dañen los que están vivos. Uno se da cuenta que son ramas verdes porque echan mucho humo”, agrega.
Sumado a esto, la mujer indica que la falta de conciencia podría acabar con el río Pance, pues son miles de kilos de basuras los que se encuentran.
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En una jornada masiva de recolección, realizada el pasado mes de agosto, pesaron más de 1.400 residuos sólidos que salieron de las riberas y las aguas del río.
Asegura que, junto a la comunidad, realizan por aparte constantes jornadas de reciclaje.
“Anualmente se podría recoger hasta 10 toneladas de basuras”, dice la líder ambiental.
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Entre los residuos más comunes, según afirma, están los plásticos, bolsas y empaques de alimentos. No obstante, en las últimas jornadas, han encontrado hasta brujería.
“Nos ha tocado limpiar cera de velones, recoger prendas de ropa y hasta pailas que dejan en el fondo del río con las que hacen los ritos”, indica.
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Sumado a esto, algunas personas estarían realizando sus necesidades fisiológicas en las aguas del río.
“Hemos visto como la gente se baja la pantaloneta y orina en Pance sin importarle quien esté más abajo. Ellos creen que el río se lo lleva todo, pero no. Ahí se pueden enfermar hasta sus mismos hijos”, dice.
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Finalmente, la líder indica que no están en desacuerdo con los bañistas, pero sí pide respeto por el medio ambiente.
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“Nosotros no le decimos a la gente que no venga a bañarse. Solo les pedimos que lo hagan con respeto y conciencia, donde todos se recreen y cuiden la zona verde”, apuntó Mosquera.
Ante esto, los líderes de la comunidad están haciendo un llamado a una nueva jornada de limpieza en el sector de La Vorágine este miércoles 9 de enero a las 7:00 de la mañana.
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