Durante la madrugada de este lunes, 12 de julio, un grupo integrado por personal de la Policía y Secretaría de Seguridad de Cali, se tomó el jarillón del río Cauca en el oriente de la ciudad, para desalojar a centenares de personas, que se han apoderado del dique para invadir, construyendo cambuches y viviendas improvisadas.
Aunque la jornada se tornó tensa debido a la resistencia de estas personas para retirarse del sitio, las autoridades avanzan recuperando hasta el momento cerca del 85% del sector.
"La comunidad debe entender que no podemos permitir la invasión del jarillón. Estamos adelantando el esfuerzo en compañía del Ministerio Público y sobre esto, no debe haber discusión", dijo el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.
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El mandatario también reiteró que permitir que las familias se queden en el jarillón es un acto irresponsable pues un desbordamiento del río, podría acabar con la vida de muchas de estas personas.
"No se puede ocupar porque es la protección de nuestro territorio, su función es evitar que se inunde todo el oriente de la ciudad, que se deteriore la planta de tratamiento de agua potable y de salvar a un millón de personas", agregó Ospina.
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Está por determinarse el proceso de reubicación de las cerca de 1.000 familias que se encontraban alojadas en el sector. A esto, se suma la preocupación por invasiones en la comuna 18 zona de ladera y en inmediaciones a los cerros tutelares de la ciudad.
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