Son por lo menos 15 familias de niños con cáncer de comunidades indígenas del Valle y norte del Cauca los que permanecen en Cali desde hace una semana a la espera de que la EPS AIC, a la que se encuentran afiliados, defina el futuro de los tratamientos para estos pacientes.
Según María Fernanda Portela, directora de la Fundación Carlos Portela, el convenio de atención en clínicas de la capital del Valle se acabó y las familias de estos pequeños no tienen recursos para costear tratamientos particulares.
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“La comunidad indígena de la AIC estaba siendo atendida en el Centro Médico Imbanaco pero desde la semana pasada se acabó el convenio y está viendo dónde los remiten, por lo pronto no hay un sitio establecido, hay niños de todas las edades, de seis, cinco, 10 y 11 años, también adolescentes, con leucemia, tumores en la cabeza y todos están pendientes a ver qué es lo que se va a solucionar”, dijo Portela.
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De acuerdo con la mujer, lo que más preocupa es que la EPS estaría obligando a estas comunidades indígenas a trasladarse por sus propios medios a otras ciudades del occidente y sur del país para recibir los tratamientos que les estaban dando en Cali.
La directora de la Fundación Carlos Portela dijo que buscan asesoría jurídica para presentar tutelas ante la EPS para exigir que la atención para estos niños se siga cumpliendo en clínicas de la capital vallecaucana.
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