“Queremos la paz y vivir tranquilos”: niños en zona rural de Corinto

Es irónico, pero ahora que han vuelto el escucharse el rugir de las armas en la parte alta, rural de Corinto, los habitantes de las veredas El Crucero, Río Negro, San Pedro y Playón, volvieron a ver a funcionarios del Estado desfilar por la carretera destapada, que comunica estas localidades, en grandes vehículos.

La caravana de los funcionarios pasó frente a los ojos de al menos 200 personas que las últimas horas no pudieron conciliar el sueño y amanecieron, unos en un polideportivo, otros en las casetas comunales, y otros más, dentro de sus casas, con un ojo abierto y otro cerrado, “por si las moscas”.

“Allí hay huecos de los disparos vea”, dice un habitante de la vereda San Pedro, que prefiere reservar su identidad y muestra con la mano derecha una teja de zinc, que quedó agujerada e inestable como la tranquilidad de los pobladores. 

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“Son disputas por el territorio entre un grupo que se hace llamar ‘Los Pelusos’ del EPL y las disidencias de las Farc, que se enfrentan a disparos”, agrega el habitante.

El relato se produce frente a la escuela rural de la misma vereda, que quedó en medio del cruce de disparos de las estructuras ilegales, durante la mañana del miércoles 30 de enero. Fueron aproximadamente 2 horas de “traqueteo” con armas largas.

Esteban, de 9 años de edad, estaba presente en ese momento y salió corriendo cuando estaban “tirotiando”. Él salió corriendo a la casa de un familiar en la parte de debajo de la escuela donde cursa cuarto grado. “Yo escuché los tiros y las bombas. Y un tiro cayó en la casa de mi tía”, afirma el futuro piloto de vehículos de Fórmula Uno.

“Los enfrentamientos se dan entre ellos, encima de las casas y nos tiene preocupados. No hemos podido salir a trabajar. Los niños y las niñas no han podido salir a estudiar. Tampoco hay servicio de las guarderías”, describe Fermín Castro, líder de la vereda San Pedro.

En esa vereda hay un gran número de personas confinadas. Las otras se han ubicado en un sector denominado El Playón, en la parte alta de la montaña y en la parte baja, en El Crucero de San Pedro, hay otras familias ubicadas en un polideportivo cubierto.

Los habitantes de la vereda Río Negro, ubicada en la falda de la montaña, fueron testigos de los enfrentamientos. Fue tan angustiante que muchos abandonaron sus casas y salieron hacia el casco urbano de Corinto o hacia municipios como Miranda o Cali.

“Desde el jueves de la semana pasada se han registrado las balaceras. Tuve que sacar a mis cuatro tías, personas de la tercera edad, entre 60 y 80 años”, dice un líder de la mesa de víctimas.