El alcalde de La Playa de Belén, Ider Álvarez, desde hace varios días sigue cumpliendo sus funciones, pero fuera de su municipio. Esto, como consecuencia de un hostigamiento contra la alcaldía, hecho registrado en medio de un acto público.
Incluso, el mismo mandatario le tocó salir por una ventana huyendo del ataque armado. En ese momento las autoridades le atribuyeron el hecho al ELN .
En medio de los acercamientos que tiene el Gobierno nacional con este grupo guerrillero, el alcalde manifestó qué existe un grado de escepticismo.
“En nuestro municipio no puede gobernar ningún alcalde y que nos dejaran hacerlo sería el gesto realmente que nosotros nos devolvería esa confianza, por eso hay cierto nivel de escepticismo, pero con la fe intacta para que empecemos este camino. Algo que se percibe en el ambiente es que el Gobierno nacional no ha tenido en cuenta a los alcaldes para la construcción de estos diálogos, hemos sido desconocidos completamente por el Estado", afirmó.
Asimismo, aseveró que las garantías no están dadas en su totalidad y que, según el mandatario local, requiere de más que buenas intenciones para poder devolverle la tranquilidad a esta subregión.
“No es posible que por un lado estemos anunciando los acercamientos y cese bilateral al fuego y por otro lado sigamos extorsionando, sigamos corriendo los funcionarios. En este momento en el municipio de La Playa de Belén, en la zona rural, no puede ingresar ni siquiera la corporación encargada de prestar los servicios de la primera infancia”.
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Igual que el alcalde de La Playa de Belén, el alcalde de Tibú, Nelson Leal, se encuentra despachando desde la ciudad de Cúcuta
como consecuencia de amenazas, el robo de sus vehículos de su esquema de protección, y varios riesgos que, incluso, comprometen a su familia.